viernes, 8 de julio de 2011

Nunca hagas la Ouija

Un día algunos de nuestros amigos y nosotras (Carolina y Antia) quedamos en el cementerio a las 12 de la noche para jugar a la ouija.
En seguida contactamos con un espíritu, un escalofrío recorrió nuestras espaldas, las de Cris, Dany, Carmen y las nuestras, mientras el vaso se movía solo.
El espíritu nos dijo que como castigo por haberle molestado, debíamos pasar esa noche en el cementerio, sin decirle nada a nadie, o algo terrible ocurriría.
Dany, Cris y Carmen, que no les tenían miedo a los espíritus, dijeron que esa noche no la pasarían en el cementerio.
Nosotras decidimos quedarnos allí.
Pasamos la peor noche de nuestra vida. Nos acurrucamos bajo un árbol, temblando, escuchando los sonidos de la noche.
Cuando por fin amaneció, salimos corriendo hacia nuestras casas, y en la carretera nos encontramos tres ambulancias...Un grito quedó atrapado en nuestras gargantas al descubrir que ¡NUESTROS TRES AMIGOS YACIAN EN LA CARRETERA!
Al parecer, habían aparecido muertos esa madrugada, misteriosamente, en la carretera.
Desde ese día nunca jamás volvimos a jugar a la ouija.


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