viernes, 27 de julio de 2012

La Niña Que Nunca Se Fue


Hace 3 meses al lado de mi casa vivía una familia en la que habían 2 niñas, una pequeña y una grande y los padres y el perro.


Cuando se mudaron la niña pequeña, se sentó fuera, en una roca y comenzó a hacer collares de rosas.




Todo el día se encontraba allí, la niña me daba miedo ya que nunca ví a los padres.




La hermana mayor a veces salia de noche, miraba la luna y recitaba un poema que yo no entendía muy bien.




Una vez sali de noche y la pequeña estaba allí, me miró con los ojos fijos y me saludó con una voz muy aguda, estaba con un vestido rojo que siempre llevaba. Su piel estaba pálida, pero sus mejillas se veian púrpura.




La invité a mi casa y le di un refresco, le presté un abrigo y fui a buscarle unas sábanas, pero la niña no estaba allí. La niña ya estaba en su patio igual que antes.




Recuerdo que los padres martillaban las paredes, siempre crei que alli colgaban cuadros 
ver, pero aún se escuchan los martillazos.




Decidí investigar. Salí con mi prima y atravesamos la reja y con un martillo abrimos la puerta. Me encontré a la niña allí, con su vestido rojo y alrededor habían cabezas y cuerpos con sangre colgando de la pared de cuerdas en clavos.




La niña me sonrió y me dijo :



 -¿Te gustan mis muñecos ?




Salimos corriendo. Nunca más volvimos a escuchar los martillazos, pero sé que la pequeña sigue allí, pues habla, habla como si estuviera jugando con muñecas.



pero yo oía gritar gente por cada martillaso, luego se mudaron de esa casa.




La niña subió a un coche el cual desaparecio en la neblina. Nunca más los volví a ver pero sé que la niña sigue ahí

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